viernes, 27 de enero de 2017

Aportes y definiciones de Karl Marx sobre el concepto de “comunidad”.


Textos seleccionados por Edwuard Jose Avendaño Peña

    Concepción de los Filósofos Alemanes Karl Marx y Ferdinand Tönnies: Marx se refirió a la comunidad primitiva como la forma más antigua de organización social. "Ampliación de la familia", la comunidad fue en sus orígenes nómada y pastoril antes de la aparición de la agricultura. Para Marx, la división del trabajo en las comunidades es muy limitada, casi inexistente, ya que su objetivo no es la producción, sino la subsistencia de la colectividad humana. Por otro lado, la propiedad es de tipo comunal, ya que el territorio pertenece a la tribu. Desde el marxismo, en la comunidad primitiva no existe la explotación del hombre por el hombre y no hay Estado.

Fue, sin embargo, su colega alemán Ferdinand Tönnies quien construyó el tipo ideal de comunidad. Tönnies hizo referencia a la ‘voluntad orgánica’ vinculada a este tipo de organización social, que se constituye de tres formas: por placer, por hábito y por la memoria. En estas tres formas se apoya la división clásica de las comunidades: comunidades de sangre (la más natural y primitiva, de origen biológico, como la tribu, la familia o el clan), comunidades de lugar (cuyo origen es la vecindad, como las aldeas y asentamientos rurales) y comunidades de espíritu (su origen es la amistad, la tradición y la cohesión de espíritu o ideología”.

Granda J., comunidad, tomado 21 de noviembre 2016 de monografías.com: http://www.monografias.com/trabajos16/comunidad/comunidad.shtml#ixzz4QnD78vem


En otros aportes podemos encontrar:
    “Karl Marx; éste concibió la historia como el paso de una sociedad sin clases a una sociedad dividida en clases, que el comunismo vendría, a su vez, a derribar. Desde esta perspectiva, supo ver en la idea de estado de naturaleza lo que había de intento de recuperar y recrear las virtudes primitivas, a la vez que, como pensador posterior en el tiempo e intelectualmente superior a los ilustrados y utopistas, era consciente de la ingenuidad implícita en la idea:

Una ficción corriente del siglo XVIII veía el estado natural como el verdadero estado de la naturaleza humana. Los hombres deseaban ver la idea del hombre con sus propios ojos, y por lo tanto crearon los «hombres naturales», Papagenos, cuya misma piel emplumada expresaba su candor. En las últimas décadas del siglo XVIII se sospechó que los pueblos primitivos poseían la sabiduría original, y se podía oír a los cazadores de aves imitar por todas partes la canción del iroqués o del indio, en la creencia de que por esos medios sería posible capturar a las aves mismas. Todas estas excentricidades se basaban en la idea correcta de que las condiciones groseras son retratos ingenuos, por así decirlo a la manera holandesa, de condiciones verdaderas [xii].

La actitud de Marx hacia ese estado primigenio no fue, sin embargo, unívoca. Por una parte, siempre dio por supuesta la existencia de un comunismo primitivo; por otra parte, no era partidario de equipararlo con el comunismo futuro que defendía en sus escritos. De un lado, criticó lo que había de envidia y falta de reflexión en la concepción igualitaria del comunismo; de otro lado, apreció lo que consideró restos del comunismo originario en algunas formas productivas de su tiempo porque podían constituir un punto de apoyo para anticipar la revolución. También reprochó a los socialistas utópicos la ingenuidad de sus planteamientos, pero sus escasas descripciones de la futura situación del hombre bajo el comunismo no revelan menos candor. Por último, pero no menos importante, a pesar de su criticismo hacia los que, según él, pretendían instaurar el comunismo primitivo en su época, dedicó partes importantes de sus escritos a tratar del origen, características y desarrollo de las sociedades primitivas y, durante los últimos años de su vida, se dedicó a leer y acumular información sobre ellas”.  
(Olivé, A. (4 junio 2013). El Estado de naturaleza. La comunidad primitiva y el pensamiento de Marx, (artículo log). 
Tomado de:

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